En Venaventours.com creemos que el turismo, cuando se vive con propósito, puede ser una poderosa herramienta para transformar vidas. Por eso, hemos decidido alinear nuestro trabajo con un llamado más grande: el amor al prójimo.
Nos sentimos profundamente honrados de apoyar a la Fundación Calles de Oro y Mar de Cristal, una organización venezolana sin fines de lucro que se dedica con pasión a rescatar niños en situación de calle y pobreza extrema. Su labor no solo ofrece alimento y refugio, sino también formación pedagógica, académica, psicológica, humana y espiritual.
Su misión es clara: prevenir la deserción escolar, el abandono familiar y las conductas que ponen en riesgo la vida de los más vulnerables. A través de programas profundamente inspirados en la palabra de Dios, esta fundación forma hombres y mujeres con valores firmes, capaces de construir un futuro bendecido.
Por eso, desde Venaventours.com, destinamos el 10% de cada plan contratado directamente a esta obra maravillosa. De esta manera, cada cliente que se une a nuestra comunidad, también se convierte en parte activa de esta misión de esperanza, fe y restauración.
“El que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.” – Marcos 9:37
Este arte, transmitido por generaciones enteras, ha tejido la identidad de los pueblos originarios y de comunidades rurales que, con sus manos, convierten fibras naturales en legado cultural. Cada chinchorro, cada cesta, cada tejido, guarda en su trama una canción antigua, un susurro de la tierra, un secreto de los abuelos.
La leyenda de Walekeru
Los relatos ancestrales wayuu narran que Walekeru perdió a su madre siendo apenas una niña. Criada por las tías paternas, vivía ignorada, excepto cuando el padre estaba presente. Pero un día, junto al chinchorro del hombre, apareció un tejido hermoso, digno de un espíritu noble.
Las tías se adjudicaron el mérito, pero la verdad no se puede ocultar mucho tiempo. Una noche, el padre, curioso por descubrir qué hacía su hija en la penumbra, la observó tejiendo con una destreza asombrosa. Conmovido por el talento y el abandono al que la había sometido, quiso pedirle perdón.
Pero era demasiado tarde. Justo al empujar la puerta, vio cómo su hija se transformaba en una araña y huía, tejiendo el aire tras de sí. Desde entonces, cuenta la leyenda, todas las arañas del mundo son tejedoras silenciosas de sabiduría olvidada.
Tejer es recordar
Esta historia ancestral no solo conmueve; nos invita a mirar con otros ojos la tradición artesanal venezolana, esa que vive en los pueblos del oriente, en los Andes, en los Llanos y en cada rincón donde manos sabias transforman fibra en poesía visual.
En Venaventours creemos en rescatar y valorar estas prácticas que conectan lo humano con lo divino, lo cotidiano con lo sagrado. Visitar un taller de tejeduría en Venezuela no es una simple actividad turística, es un acto de reencuentro con nuestra historia viva.
Rutas con alma
Desde los chinchorros wayúu en la Guajira hasta las cestas de los cesteros de Lara, cada tejido cuenta un capítulo distinto de esta gran novela cultural que es Venezuela. Y cada parada en el camino es una oportunidad para rendir homenaje a quienes aún saben escuchar lo que los hilos tienen que decir.
Créditos
Imágenes originales: Ilustraciones realizadas por la talentosa Luz Marina Gutiérrez, del Taller Hoja de Agua, ubicado en Agua Viva, estado Lara.
Cuento: Adaptación del relato wayuu Walekeru
Edición: Venaventours.com
Voz: María Eugenia Campo Orozco
Opiniones de nuestros visitantes