Posada Getsemani

Entre mar y montaña: En el corazón de Choroní, donde el verdor de la montaña se funde con la brisa marina, se encuentra un lugar que guarda la esencia de la historia colonial y el sabor auténtico de nuestra tierra: Posada Getsemaní. Antiguamente llamada Hacienda El Placer, este espacio fue tierra fértil de cacao y café, tesoros que dieron vida a la región y que aún hoy evocan la tradición que convirtió a Choroní en un destino legendario. Conservar ese legado es parte de nuestra esencia: aquí no solo vienes a hospedarte, vienes a vivir una experiencia que mezcla naturaleza, historia, cultura y descanso. Las cabañas y habitaciones de la Posada Getsemaní están pensadas para el descanso pleno. Con un estilo rústico y auténtico, rodeadas de montañas, flores tropicales y el canto de las aves, cada espacio invita a relajarse en hamacas, compartir en familia o simplemente desconectarse de la rutina. Los huéspedes encuentran aquí la calidez de un hogar, con cocinas equipadas para quienes deseen preparar sus comidas, y áreas comunes donde la tradición venezolana aún vive: corredores con mecedoras, columnas coloniales y espacios que cuentan historias.

Gastronomía con sabor local: La magia de Choroní también se sirve en la mesa. Su propietaria, la Sra. Karla Krohn, es cocinera profesional y ofrece a pedido platillos elaborados con productos frescos y locales. Desde desayunos criollos con arepitas, yuca y café recién colado, hasta almuerzos y cenas llenas de creatividad, aquí la comida se convierte en una experiencia para el paladar. Y para quienes lo deseen, siempre está la opción de cocinar en las cabañas o disfrutar de una buena parrilla en nuestras áreas de fogón. Hospedarse en Getsemaní es entrar en contacto con la herencia más dulce de Choroní: el cacao. Nuestros visitantes pueden recorrer los cultivos, conocer sus variedades –como Porcelana, Guasare o Ocumare– y aprender cómo este fruto ha sido y sigue siendo el orgullo de la región. Es una experiencia única: caminar entre sembradíos, descubrir aromas y entender por qué el cacao de Choroní es reconocido en el mundo entero.