resentación y trayectoria: En el corazón del Valle, vía al Páramo de La Culata en Mérida, se encuentra el taller artesanal Herrería Antigua y Vitrales, un espacio donde el arte del fuego cobra vida. Fundado hace más de 28 años por Moraima Sánchez y su esposo Eliú Yzaguirre, este taller combina dos artes ancestrales: el hierro forjado y la vitralería artística, trabajados con pasión, precisión y un profundo respeto por la tradición.
El alma del vitral: Moraima, artista plástica, diseñadora gráfica y orfebre, lleva más de 15 años dedicándose al arte del vitral. Domina técnicas como Tiffany, cañuela, vitrofusión y vitromosaico. Sus obras —modernas, religiosas o clásicas— se diseñan a medida, logrando piezas luminosas, únicas y profundamente expresivas que transforman espacios con la magia del vidrio y el color.
Hierro forjado con sello antiguo: Eliú, por su parte, lidera la herrería artística, donde cada pieza es forjada a mano sobre yunque con el uso de la fragua. Elaboran desde portones, rejas y barandas, hasta campanas de chimenea, manillas, faroles y herrajes personalizados. Cada elemento es creado con técnicas antiguas, con materiales macizos y acabados duraderos, pensados para perdurar y embellecer cualquier espacio.
Obra utilitaria y artística: Lo que distingue a este taller es su visión integral: fusionan la funcionalidad con el arte. Desde lámparas Tiffany hasta veletas decorativas, nombres forjados, vitrales para ventanas o elementos ornamentales, cada proyecto nace del diálogo con el cliente, adaptándose al entorno y a la estética deseada, siempre con atención al detalle y respeto por los materiales nobles.
Un legado hecho a mano: Herrería Antigua y Vitrales es más que un taller: es una propuesta de vida artesanal que honra lo hecho a mano y lo personalizado. Con entrega, sensibilidad y compromiso, Moraima y Eliú crean obras que no solo ambientan, sino que cuentan historias. Un rincón merideño donde el hierro y el vidrio se transforman en arte eterno.
Mérida 
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