Mérida
TABAY
Estado Mérida
Tabay se encuentra a 12 kilómetros de Mérida, a 1.708 metros de altura sobre una meseta de origen aluvial bañada en sus píes por el río Chama. La carretera Transandina atraviesa el poblado de este a oeste, entrando por la parte baja y siguiendo una calle angosta que pasa por el lado de la Plaza Bolívar, para salir por la parte alta, donde se encuentra una estación de gasolina, enfrente del cementerio. El pueblo consiste de dos calles principales longitudinales que son atravesadas por algunas transversales muy cortas.
Algunas casas viejas de tejados enmohecidos, con aleros y ventanas de balaustre de madera conservan el sabor de pueblo de los tiempos coloniales, pero también proliferan muchas construcciones de bloque y cemento sin ninguna gracia, que rompen la armonía del contorno.
Su plaza, sembrada de enormes casuarinas, de cuyas ramas cuelgan las barbas de palo, transmite una sensación de sosiego que invita al descanso en sus bancos y bien cuidados jardines. Al frente de ésta, la iglesia se oculta entre el ramaje oscuro de estos árboles y apenas podemos divisar desde lo lejos, parte de su encanto. Posee una sola torre de forma cuadrada, rematada en un campanario decorado con pilastras.
Su fachada posee pilastras que dividen los tres arcos de medio punto, donde se insertan las puertas de madera que dan acceso a las tres naves. La fachada contiene un nicho en la parte alta donde se aloja una imagen de San Antonio y remata en un frontis de líneas curvilíneas. El templo original fue completamente destruido por el terremoto de 1894 e inmediatamente se comenzaron los trabajos de reconstrucción que culminaron en 1907. Los alrededores de Tabay son lugares de rigor que debe recorrer el visitante para compenetrarse con su naturaleza pródiga en paisajes naturales de gran belleza. Hacia la parte baja del pueblo se puede cruzar el río chama por un puente angosto y visitar los alrededores de las aldeas de La Mucunurán, La Mucuy Baja y El Arenal.
Es ésta una zona de hermosos prados y valles de clima fresco, en donde la gente vive de las actividades agrícolas, el turismo y las artesanías. Aquí se encuentran los artesanos que viven en sus pequeños talleres, donde sus manos maravillosas producen imágenes populares talladas en madera de santos, animales y personajes; muy solicitadas por los coleccionistas de arte popular de todo el país.
Son famosas las tallas de la familia Rangel y de Clemencia Marquina. El visitante puede recorrer los talleres de los artesanos, hablar con ellos sobre el proceso creativo y las técnicas materiales, etc. buscar las piezas de su gusto y adquirirlas a precios convenientes. Además de las tallas, también se fabrican piezas de cerámica y gres, lámparas de vidrio, vitrales, hierro forjado, muebles de madera, cobijas y cestas. Siguiendo un camino muy sinuoso que se interna en la montaña, Se llega a una truchicultura, donde se puede apreciar el proceso de la cría y procesamiento de estos peces tan típicos de Mérida.
Hacia el este de Tabay se encuentra La Mucuy Alta, un lugar de recreación, muy próximo al Parque Nacional Sierra Nevada. Para ir allí se toma una vía que parte de la plaza, se dirige hacia el sur, atraviesa un puente sobre el Chama y se remonta por una meseta.
Luego se pasa a una vertiente de la quebrada La Mucuy. Al final de esta carretera llegamos al pie de la Sierra Nevada. Allí se encuentra el Parque La Mucuy, situado a la orilla del río, que baja trepidando de la selva nublada entre blancas espumas de gélidas aguas. Desde allí se encuentra una panorámica del valle que alcanza hasta la Meseta de Mérida. Es un lugar muy agradable, con excelentes instalaciones de baños, cabañas y quioscos, ideal para pasar el día en contacto con la naturaleza. En la parte alta de este parque existe una zona acondicionada para acampar con carpas y un restaurante. Desde aquí parte un camino de tierra que se interna en la montaña, donde los excursionistas pueden llegar hasta las lagunas La Coromoto, El Suero y el Pico Humboldt. El trayecto hasta La Coromoto se hace en cuatro o cinco horas a píe. A medida que se sube por la montaña, se aprecian los distintos paisajes correspondientes a los pisos climáticos y vegetales: en primer término aparece el bosque húmedo, con sus grandes árboles que impiden el paso de la luz, de donde cuelgan lianas, bromelias y orquídeas que forman una cúpula vegetal. Más arriba, al pasar la línea de los tres mil metros nos encontramos con una vegetación más pequeña, como los líquenes, frailejones, y el coloradito, que tapizan la roca desnuda. Al llegar a la laguna La Coromoto, nos sorprende la majestuosidad de este paisaje rodeado de colosales montañas que se reflejan en las aguas apacibles de color oscuro.
Aquellos excursionistas más osados y con buen entrenamiento, podrán continuar hasta el pico Humboldt, siguiendo esta vía y deleitarse con la vista maravillosa de los picos nevados, las lagunas y los glaciares. Es una caminata que dura más de un día y debe llevarse tiendas de campaña, comida y agua para poder resistir. Además la altura puede afectar la respiración de las personas.
No existe refugios ni guarda parques en estos lugares, así que cada cual debe cuidar de sí mismo. Se recomienda ir acompañado y reportar su ruta con los guardias del parque La Mucuy, antes de partir. Cerca de Tabay, también existen manantiales de aguas termales, pero no están acondicionados para los turistas y son de muy difícil acceso. En la Plaza Bolívar se puede conseguir transporte para llegar a estos lugares.
Un poco más arriba de Tabay, siguiendo la carretera Transandina, se encuentra la aldea La Capea, donde hay disponibilidad de cabañas para alquilar, totalmente equipadas. Continuando la travesía hacia el noreste, nos encontramos con el pueblo turístico de Los Aleros, en la cima de una colina, en el cual los visitantes pueden apreciar cómo era el estilo de vida de nuestros pueblos andinos a comienzos del siglo XX. Es un parque recreativo muy interesante donde un elenco de músicos, artistas y campesinos vestidos a la antigua, nos hacen divertir mucho con la representación de las escenas tradicionales del pasado como las fiestas, las serenatas, la escuela, el molino, la autoridad civil, las bodas, etc.
Sobre los orígenes de Tabay, nos dice el etnólogo Julio César Salas que "... en aquel lugar vivía la tribu de tos Mucunutanes o Tabayes, con los cuales se formó una doctrina con el nombre de San Antonio de Tabay estos indios así como los de otras parcialidades poco importantes que residían en la Meseta de Mérida y alrededores de ella, por su proximidad al principal asiento de los españoles conquistadores, desaparecieron antes de terminar el siglo XVII...”
El Patrono de Tabay es San Antonio cuya celebración se realiza el 13 de Junio, con procesión en la plaza, acompañada de música de violines y cuatro, morteros y fiestas populares.
El pueblo original que fundaron los españoles en 1619, se encontraba enfrente del actual en una meseta entre las quebradas La Mucuy y Mucunután conocida como El Salado. Debido al peligro de las crecientes de éstos ríos los indios se mudaron, años más tarde al lugar actual, en 1695, cuando fue refundado el pueblo y se hizo una nueva repartición de tierras desde el lado derecho del Chama, hasta el Páramo del Escorial y el valle de los Alisares (San Javier del Valle).
Tabay es la capital del municipio Santos Marquina, con una población de 12.089 habitantes. El capitán Santos Marquina, nacido en Tabay el 24 de Junio de 1798, fue un héroe de la Independencia Tuvo una actuación destacada en la gesta libertadora de América y luchó en el batallón Junín en el Perú. Estuvo también bajo el mando de San Martín, y se destacó en la batalla de Ayacucho. Después de la guerra, se retira a su pueblo natal y se convierte en el primer alcalde de Tabay en 1837. Murió el 5 de Diciembre de 1863