MARYURY HERNÁNDEZ
SALA DE ARTE, Artesanos en PORLAMAR, Nueva Esparta, VenezuelaMARYURY HERNÁNDEZ
ORFEBRE - VITROFUSIÓN
Me llaman Maryury Hernández, y con La inquietud de cualquier artista por entregar lo mejor de sí mism@, me atreví, mejor dicho, me di el permiso, el hermoso permiso, después de graduar a mi hija a nivel universitario, de comenzar a expresar la potencialización artística contenida en mi interno, y demostrarme que lo artístico siempre ha prevalecido en mi vida y mi mundo.
Desde muy pequeña cocía ropita para mis muñecas, y luego con el rodar del tiempo realicé cursos basados en toooodo lo que tiene que ver con habilidad manual, hasta que un hermoso día Dios me dio el permiso de ingresar en la escuela de Arte y la estampa Carlos Cruz Diez, en Caracas, donde me gradué de orfebre. ¡Cómo cambió mi vida desde ese entonces!. La creatividad se expandió en toda su amplitud, haciendo de las mías con cada pieza que elaboré en esa época divina de ansia por crear piezas únicas, salidas de mis sueños o de algún momento de conexión con mi mundo espiritual. Dios es mi socio Ejecutivo en esta empresa, y me es imposible pensar en algo sin conversárselo en principio.
Calificación
maryuryorfebre@gmail.com
Ah! Se me olvidaba contarles que soy Caraqueñísima de alma, pero Margariteñísima de corazón. Soy reincidente, ya que esta es la tercera vez que vivo en esta mágica Isla, y espero que sea la última, así se lo ruego a Dios.
Estando ya instalada, por tercera vez en Margarita, mi hija me sugirió que realizara el curso de Vitrofusión como complemento de mi carrera artística, y más rápido que Speedy González, me inscribí en lo que yo llamo mi penúltimo escalón en mi carrera artística
Fui, soy y seguiré siendo una inquieta-rebelde que no se conforma con lo creado, me encanta pasar de una creación a la siguiente con la facilidad de pelar una mandarina, pero siempre dentro de lo que mi maestra en Vitrofusión me dijo: Llegaste al llegadero!
Me considero un ser afortunado, bendita por Dios y la Virgen, y espero el permiso Divino de culminar mis días de vida realizando mis obras para Dios y la Virgen.
Benditas sean todas las personas que me rodean, mi familia, mis amig@s, y todas las que se interrelacionan conmigo a diario, Salud!, Armonïa! Y Mucha Prosperidad para tod@s.
No sabía yo lo que iba a ser el “deleite” de aprender acerca del comportamiento del vidrio. Y un buen día, dije, “pero, estas piezas se verían sencillamente espectaculares si las engasto”, y así comencé a realizar dijes-joyas que han tenido una lindísima aceptación entre mi particular clientela. Y como siempre sigo dejándome llevar por mi parte espiritual, otro luminoso día le pedí a la virgen del Valle que me guiara para hacer “algo” con su imagen, y simplemente comencé a llevar a la quema su imagen entre vidrios compatibles, y el resultado me hizo llorar. Esas piezas solo las elaboro en su honor en los meses de septiembre.
Con el rodar del tiempo, y ni siquiera me recuerdo cómo, me fui con mi hija a una cristalería y mandé a cortar un vidrio, (que la verdad no sabía qué era lo que iba a hacer con él) y sentada frente a mi mesón de trabajo “visualicé” a la Virgen pero en esta oportunidad diseñada con hilos metálicos sobre el vidrio. Y allí nació mi primera obra con técnica Vitro-alambrismo.