Nueva Esparta
EL PORQUÉ DE LAS CARITAS INCLINADAS?:
en las obras de William Senges
En las Vírgenes
En el año 1989, me encontraba en la Isla de Margarita y una madrugada, me despierta una algarabía de personas que transitaban a pie por la calle, eran grupos de personas que, como en oleadas se dirigían a la Asunción.
Al indaguar tal acontecimiento, me informaron que era la Peregrinación de la Virgen del Valle, acto de fe que realizan los creyente,como pago, por los favores condedidos
Impresionado y emocionado por tal manifestación, me dirigí al Valle del Espíritu Santo, que es donde se encuentra su santuario. Al llegar, obtuve una sorpresa fuera de lo normal: desorden total, música estruendosa, venta de licores, basura, e inclusive heridos por riñas callejeras. Ante esto y lleno de decepción, me pregunté, ¿Qué diría la Virgen si viera esto?
De forma inmediata, en mi imaginación, como un gesto de pena y ternura, bajó la mirada, inclinó la cabeza y abrió su boquita esbozando un sublime gesto de nostalgia por la religiosidad que se ha perdido.
En las Muñecas:
Reflejo también este mismo gesto, muy de mi madre, con el que solía expresar su añoranza por aquellos recuerdos que con tanta nostalgia solía suspirar.
Hoy en casi todos mis trabajos se refleja esa nostalgia, como un llamado a rescatar los valores y nuestras tradiciones.
En los cuadros:
Los cuatro amores de mi infancia fueron: mi madre Alinda y mis tres hermanas, Alida, Rosario y Noris quienes hicieron de mi niñez, el más lindo de mis recuerdos. Su ternura y su trabajo son los reflejos de la mujer pueblerina y del campo. Recuerdos plasmados hoy, por mi, en el barro y en lienzos. Acá más que nostalgia, reflejo la paz y un orgullo por todo lo nuestro y un humilde homenaje a la mujer venezolana que aún mantiene viva esas tradiciones en su que hacer cotidiano.