Pedro se refiere a sí mismo como: “Polifacético artista autodidacta. Destaca por el uso de materiales de desecho, dándole un manejo sutil y de explosivo colorido. Su obra va desde imágenes religiosas hasta los más simples juegos tradicionales, pasando por sus tallas de madera donde resaltan sus diablos de Yare por sus majestuosas máscaras, formas y detalles que transmiten su magia creadora y especial.”. Esto es totalmente cierto; y es que Pedro pinta, modela, talla, cose, fotografía, … y hasta cocina, lo que también es un arte y es este último en el único que no utiliza materiales de desecho.

Si alguna vez usted señora, usted señor, ve un hombre emperifollado y combinadito recogiendo lo que usted botó; porque consideró que no servía ya, o que era sencillamente basura; no tenga la menor duda de que se trata del artista Pedro Márquez. Él tiene la virtud de ver en eso que usted desechó, la materia prima, el soporte, al que le infundirá color, magia, fantasía, alma, para crear una obra de arte. Pedro desarrolla múltiples temas sobre esos materiales: máscaras, diablos danzantes, animales de fantásticos colores, personajes, juegos tradicionales, payasos… pero sobre todo devociones: Jesucristo, vírgenes, santos, ángeles y arcángeles y mucho más. Así por ejemplo de una botella cualquiera podría crear una hermosa Virgen del Valle o una bella Menina, las que colocará sobre un viejo marco, o un desvencijado nicho, recogidos por ahí, restaurados por él. O de la tapa protectora de un ventilador surgirá un magnífico y espectacular pavo real y así sucesivamente con cada una de las cosas que su ojo ya adiestrado va percibiendo aquí o allá, obras con las que ha ido participando durante años en diversos concursos y salones, mismos en los que ha recibido algunos reconocimientos.Los invito entonces a pasearse y a disfrutar de la bella y diversa muestra de este singular artista y a soñar junto con él en su mundo de ARTE, COLOR Y DEVOCIÓN.Texto: Lis Villamediana

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